Fotógrafo de plaza, Tango, Letra de Enrique Cadícamo.
Entre viejas maletas suelen hallarse rastros
de antiguas aventuras de nuestra juventud
y entre cartas de amores los retratos ausentes
de rostros desvaídos nos hacen suspirar.
Fotógrafo ambulante de la plaza,
duendecillo ambidextro y fantasmal,
enfocas con tu cámara traviesa
y tu cabeza envuelta en negro chal.
Fotógrafo exhumado de la plaza
con tu cámara antigua, ¿dónde estás?
Ha pasado la vida tan de pronto
y no te hemos vuelto a ver ya nunca más.
Pero el retrato de ella, fotógrafo de plaza,
es tu más bello autógrafo que guardo del amor.
de antiguas aventuras de nuestra juventud
y entre cartas de amores los retratos ausentes
de rostros desvaídos nos hacen suspirar.
Fotógrafo ambulante de la plaza,
duendecillo ambidextro y fantasmal,
enfocas con tu cámara traviesa
y tu cabeza envuelta en negro chal.
Fotógrafo exhumado de la plaza
con tu cámara antigua, ¿dónde estás?
Ha pasado la vida tan de pronto
y no te hemos vuelto a ver ya nunca más.
Pero el retrato de ella, fotógrafo de plaza,
es tu más bello autógrafo que guardo del amor.
Comentarios
Se necesita a más gente como tú para rescatar tantas tradiciones chilenas que se van perdiendo con los años.
Un saludo,
Alfredo
Nos estamos visitando en nuestros Blogs.
Saludos desde Valparaíso.
Manuel
Por eso al ver tu video quede conmocionado me dije para mi mismo " ¡dio mio!". Fue tan importante para mi el ver como alguien sigue usando ese tipo de cámara en la via publica apesar de todos los avances que disponemos. Esa forma de conservar no solo el oficio del minutero,sino que también el hecho en si de seguir fotografiando con algo tan antiguo.
El recuperar las imagenes del pasado(pues las cámaras tan antiguas no ofrecen la misma calidad de imagen que una cámara moderna...)
Asi que me decidi a escribirte,para asi poder decirte que admiro mucho tu trabajo,espero que sigas hacia delante,que tus proyectos se valoren.
Yo tenia pensado el adquirir una antigua cámara de fuelle de los años 30,para darle uso,hacer tomas con ella de esa forma romper un poco con las formas actuales de hacer fotos y no olvidar el pasado.
Estado buscando por muchos sitios una cámara en buen estado,pero resulta dificil encontrar una que este para funcionar. Pero no me rendire,seguire buscando esa cámara.
Me gustó mucho tu blog y los videos en los que explicás el funcionamiento de las cámaras de los minuteros.
Te copio un poema lunfardo que escribí como homenaje a esos "chasirettes" con los que la historia tienen una deuda de gratitud:
FOTOGRAFO DE PLAZA
Fotógrafo de plaza,
fisgón de tiempos idos,
infaltable alquimista de la fauna porteña,
chasirete de oficio
aprendido tal vez en lejano paese
de un tenaz nono gringo.
Llegabas de uniforme y de sombrero
apenas desplegaba el sol su brillo
y a la ciudad dormida interrumpías
la dominguera paz de su apoliyo,
con los timbos cansados de regresos
y tu pesado y trashumante equipo:
papeles, maletín, trípode, sueños,
lentes, placas, pigmentos y un tachito...
¡todo un laboratorio de factura casera,
irrepetible, único,
de diseño exclusivo,
que a lo largo del día coloreaba
tus dedos y tus fotos de rojos o amarillos!
Entonces comenzaba lentamente
a gestarse el prodigio,
cuando la luz a tu cajón se aliaba
apresando el instante fugitivo.
El ceñido universo que guardaban
entre bancos, estatuas, fuentes, niños
el Rosedal, Palermo o Plaza Italia:
encuentro de papusas y conscriptos...
La Costanera despidiendo barcos
o la Plaza de Mayo y su viejo Cabildo,
el Puerto, el Zoológico, el Balneario,
la pintoresca calle Caminito,
fueron los focos donde tu alma poeta
encontró su objetivo.
Imprimían la intimidad del barrio
tus pertrechos sencillos
al acercar aprontes de un “estudio”
al pacato y al mishio.
El paseo cercano o el pueblo inaccesible
donde nadie soñara verse reproducido
dieron forma e imagen a la historia
que nos han trasmitido.
Atrapaste la luz, ese milagro
que hechizara a magos y científicos,
la luz que comunica luz del alma,
en el espacio exiguo
de una cámara oscura, vencedora
de sombras y de siglos.
Acechaste la pose meditada
o el suceso imprevisto
escondido detrás de un paño negro,
y diciendo: ¡ya sale el pajarito!
¡En qué pocos minutos, “minutero”,
trocabas lo fugaz en infinito!
La eternidad, esa ilusión esquiva
dejó de ser tan sólo un espejismo
en tus fotografías, joyas nítidas
labradas en papel, de tiempos idos.
Ahí seguís, a la vuelta de las épocas,
dándole chanta al tiempo y al olvido
en las antiguas calles de San Telmo,
en la memoria de lejanos hijos,
con tu legado recorriendo el mundo,
fortaleciendo vínculos...
Cada retrato un corazón abierto
y cada foto un poco de vos mismo,
con la inmortalidad sobre los hombros
por celestes caminos
siempre llevando el alma de la plaza
guardada en un pequeño cajoncito.
Chasirete: apodo que le vino por usar chassis, esto es bastidor
o marco hermético a la luz para soporte del papel fotográfico.
Apoliyo: sueño
Timbos: zapatos
Papusas: muchachas
Aprontes: ostentación, aspaviento, alarde de capacidad.
Mishio: pobrete, escaso de dinero.
Minutero: así llamado popularmente porque desde el click hasta la
entrega del retrato sólo pasaban pocos minutos.
Dar chanta: derrotar, vencer
Por casualidad entré al blog después de terminar mi máquina minutera y veo tu trabajo y encuentro una poesía de Martina Iñiguez, poetisa uruguaya semiradicada en Buenos Aires, que ha dedicado a mi barrio de Parque de los Patricios también una hermosa poesía como letra de un vals.
Es admirable que sigas con tu tarea de fotógrafo minutero, en ese trabajo que nosotros también hacemos en nuestro Foro de la Memoria de Parque de los Patricios, por recuperar la identidad y la memoria.
Amigo del otro lado de Los Andes, saludos y suerte de una casi tocayo tuyo.
Manuel Vila García.